En blog | el 06/03/2019
Desde hace años, se ha puesto a la margarina como un alimento capaz de reducir nuestro colesterol elevado y de “cuidar nuestro corazón”. Esto es así porque hoy en día muchas de las margarinas llevan esteroles añadidos, que son capaces de reducir el colesterol elevado. Pero ¿son de verdad un producto mejor que la mantequilla? Lo veremos en este post.
La margarina empezó a tener un crecimiento importante sobre los años 60, cuando se tacharon a las grasas animales de ser las culpables de los problemas cardiovasculares. En ese entonces, se cambió cocinar con mantequilla y otras grasas animales, por margarina. Cabe decir que los problemas cardiovasculares no mejoraron.
Hoy en día, se sabe que culpar a la grasa animal de todos los problemas cardiovasculares fue un auténtico error, y más al sustituirla por margarina. Por aquel entonces, la margarina se fabricaba con la hidrogenación de las grasas. ¿Qué significa esto? En resumidas cuentas, el proceso de hidrogenación es transformar un aceite (líquido a temperatura ambiente) en grasa (sólido a temperatura ambiente). Para ello, se añade un hidrógeno en el aceite, cambiando la molécula de grasa de una estructura “cis” a una estructura “trans”. Estas grasas “trans” o hidrogenadas son las peores para nuestro organismo, ya que tiene un alto poder aterogénico.
La industria alimentaria, conocedora de esto, ha empezado a fabricar margarinas sin grasas hidrogenadas, incluso las ha convertido en alimentos funcionales añadiéndoles fitoesteroles. Y sí, es cierto que los fitoesteroles son capaces de reducir el colesterol elevado, pero no de disminuir el riesgo cardiovascular, que es donde se debería priorizar. Además, las margarinas suelen llevar aceites vegetales refinados, como aceite de palma y de girasol, los cuales son pro-inflamatorio y pro-oxidante, ya que son ricos en omega 6. En cambio, un puñado de frutos secos y el aceite de oliva virgen, sí reducen el riesgo cardiovascular.
Por otra parte, la mantequilla es un producto rico en grasa saturada. Pero, como ya dije antes, no toda grasa animal es perjudicial, ni toda la grasa vegetal es saludable. Hay otros muchos más factures que influyen en la salud cardiovascular, no solo la grasa. Por tanto, la mantequilla será un producto mucho mejor que una margarina fabricada con grasas hidrogenadas.
Entonces ¿qué producto es mejor? La verdad es que este debate, teniendo muy a mano un producto como el aceite de oliva virgen, carece de sentido. Tenemos la suerte de vivir en el país número uno en producción de aceite de oliva, y esta será la grasa que de verdad mejore nuestra salud y disminuya nuestro riesgo cardiovascular. Por lo que el aceite de oliva virgen debería ser nuestra grasa de referencia, ya que es uno de los mejores aceites del mundo, por no decir el mejor. Y, en el caso de que se vaya a utilizar una grasa sólida, la mantequilla será la mejor opción, y si se prefiere una alternativa vegetal, siempre estará el aguacate, aceite de coco virgen, manteca de cacao, etc. Y si se va a utilizar margarina, intentar que ésta no esté hecha con aceites hidrogenados.