En blog | el 10/06/2019
Desde hace tiempo, la pirámide alimentaria española de la SENC ha servido como guía alimentaria para la población, trasmitiéndonos de manera gráfica cómo mantener una alimentación saludable. Pero ¿es de verdad una buena herramienta para conseguir una dieta sana? Lo discutiremos en el blog de esta semana.
PIRÁMIDE ALIMENTARIA ESPAÑOLA
La pirámide alimentaria ha evolucionado muy poco desde su creación en 2004.
En las imágenes anteriores se puede apreciar la pirámide del 2004 (izquierda) y la del 2015 (derecha). Ambas son exactamente igual, se siguen priorizando los cereales como base de la pirámide. Por suerte, en la versión del 2015 quitaron ya los cereales de desayuno que aparecían en la del 2004, ya que estos productos se han relacionado con diversas enfermedades por su alto contenido en azúcar y grasas refinadas. Sin embargo, se hace muy poco alusión a los cereales integrales, ya que casi es imposible apreciar la palabra integral.
Pero el principal problema que vemos, es que ambas pirámides no sitúan en la base, la zona de mayor importancia, a las verduras y a las frutas, cuyo consumo se relaciona con la prevención de enfermedades.
Con esto no queremos decir que los cereales como el pan, la pasta y el arroz sean perjudiciales, pero ¿qué necesidad hay de darle importancia un grupo de alimentos que nutricionalmente no es tan interesante y que además se consume en exceso en la actualidad?, ¿por qué aparecen estos alimentos en la base si no se relacionan directamente con la prevención de ningún tipo de enfermedad?
Nosotros creemos que la solución sería empezar a fomentar el consumo de frutas, verduras y legumbres por encima de los cereales, quedando estos en un segundo nivel.
Pero aquí no queda todo, la presencia de alimentos insanos es otro punto que se debería cambiar en la pirámide alimentaria española. ¿Cuáles son estos alimentos? Los dulces, la bollería, las chucherías y las carnes procesadas, los cuales siguen apareciando en la pirámide desde 2004. Aunque estén ubicadas en la cúspide, el mero hecho de que aparezcan puede servir para justificar su consumo “ocasional” dentro de una dieta equilibrada. Todo esto se traduce en que podemos comer bollería, embutidos, chucherías y snacks salados de vez en cuando sin ningún problema porque aparece en la pirámide alimentaria. Sin embargo, estos alimentos se relacionan con múltiples enfermedades y se consumen de forma continua sin que se lleguen a recomendar.
En conclusión, no deberían de aparecer como una recomendación, ni aunque se pongan en la parte alta. La mejor idea sería que no aparecieran, dando prioridad a otros alimentos.
Con respecto a las bebidas alcohólicas (cerveza y vino), es uno de los principales errores que vemos en esta guía alimentaria. Somos de los pocos países en el mundo que siguen incluyendo las bebidas alcohólicas, ya que según la SENC “el consumo moderado de bebidas alcohólicas de baja fermentación ha demostrado beneficios en adultos sanos”. Hoy en día, se sabe por múltiples estudios que la única dosis de alcohol recomedable y saludable para las personas es cero.
LA ACTUALIZACIÓN DEL 2018
En 2018, la SENC presentó un nuevo modelo de la pirámide, en la que los cereales siguen siendo la base de la pirámide, la bollería y embutidos siguen apareciendo en la cúspide, y el alcohol en el lateral. Por tanto, no se ha avanzado lo suficiente en los 15 años que lleva la pirámide alimentaria.
¿CUÁL SERÍA LA SOLUCIÓN?
En primer lugar, hay que dejar claro que elaborar una guía alimentaria no es tarea fácil; pero, debería corresponder a expertos de la alimentación y la salud, sin que intervengan conflictos de interés de por medio, o que al menos exista la trasparencia necesaria para saber quiénes diseñan estas guías alimentarias.
¿CÓMO SE PODRÍA MEJORAR ESTA PIRÁMIDE ALIMENTARIA?
Empezando por la base de la pirámide, se debería de cambiar los cereales por las frutas, verduras y legumbres, siendo estos alimentos los principales en la pirámide, y dejando en un segundo nivel a los cereales integrales, de esta forma, sí se estaría priorizando alimentos saludables. Por otra parte, sería adecuado retirar aquellos productos insanos como la bollería, snacks salados, chucherías y bebidas alcohólicas.
De forma gráfica, mostramos aquí la Pirámide Alimentaria Australiana, que serviría de ejemplo perfecto a lo que buscamos en nuestra guía alimentaria.
Ésta sí cumpliría de mejor forma las recomendaciones de una alimentación saludable. Y tú ¿estarías de acuerdo con la pirámide española actual o crees que debería modificarse?
AUTOR: LINCOLN G. GONZÁLEZ GONZÁLEZ, DIETISTA-NUTRICIONISTA